¿Qué sabes de la psoriasis? Nuestro entrenador personal en Corberá de Llobregat va a contarte algunas claves acerca de esta enfermedad dermatológica. Empezamos.
Sobre la psoriasis
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que provoca la aparición de manchas rojas y descamaciones. A menudo se asocia con el estrés y otros problemas psicológicos. Puede ser un signo de sobrecarga del sistema.
La piel es el órgano más grande del cuerpo, y funciona a la vez como barrera protectora y como órgano vital para mantener la homeostasis. Sin embargo, cuando la piel está inflamada o lesionada, puede enrojecerse y doler al tacto, lo que se conoce como psoriasis.
Suele aparecer alrededor de codos o rodillas, también puede afectar al nacimiento del pelo.
El estrés puede hacer que padezcamos psoriasis
El estrés puede causar psoriasis. Esto tiene sentido: cuando estamos bajo la presión de factores externos nuestro cuerpo responde produciendo hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, que desencadenan la inflamación de las articulaciones y los músculos, y esta inflamación puede conducir directamente a un brote de síntomas de psoriasis.
La piel es receptora del placer y del dolor
También es un termostato, un depósito de grasa, un filtro y un protector contra las agresiones. Absorbe lo que necesita de la atmósfera y lo intercambia con el medio interno de nuestro cuerpo.
La piel es un receptor del placer: el tacto y el olfato son elementos importantes en las relaciones humanas, pero sólo pueden funcionar correctamente si no están bloqueados por la sequedad o la irritación.
Sí, actúa como receptor del placer, pero también del dolor; si tienes psoriasis en las manos o los pies, al tocar te dolerá.
Y es un órgano protector. Está diseñada para protegernos cuando nuestro cerebro está en modo supervivencia, lo que significa que puede volverse hiperactivo y reaccionar ante todo como si fuera un enemigo.
El cerebro y la psoriasis
El cerebro ve la psoriasis como un signo de estrés. Creamos una capa extra de piel como medida de protección.
El cerebro quiere que sobrevivamos y que nos sintamos bien con nosotros mismos y con nuestro cuerpo. Cuando nos sentimos mal o fuera de control, el cuerpo libera sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como las endorfinas y la dopamina.
Nuestro cerebro cree que son señales de que el cuerpo está sobrecargado de toxinas o en peligro; por lo tanto, la mente nos dice que necesitamos algún tipo de tratamiento para que todo vuelva a ir bien. Esto puede llevar al autodiagnóstico o al abuso de medicación, buscando respuestas fuera de nosotros mismos en lugar de ver hasta qué punto nuestras propias elecciones de estilo de vida pueden ser la causa del problema.
Estos pensamientos y sentimientos hacen que perdamos el contacto con nuestra propia sabiduría, intuición y creatividad y nos quedemos atascados en el miedo y la negatividad.
En definitiva: la piel es el órgano más grande del cuerpo. Nos mantiene calientes, frescos y nos protege de los elementos. Pero como hemos visto la piel también desempeña un papel importante en la regulación de nuestras emociones y estados de ánimo.
Desde ARtesalud esperamos que esta nueva entrada de nuestro blog te haya resultado interesante y sobre todo una forma de aprendizaje. Si quieres saber más no dudes contar con la ayuda de tu entrenador personal en Corberá de Llobregat.